Eugenio Siragusa.

Eugenio Siragusa.
Mensajes transmitidos desde el cielo a la tierra para una apertura de Verdadera Consciencia.

martes, 27 de diciembre de 2011

Consoladores y Castigadores.

"Consoladores" son todos aquellos que logran amar al prójimo como a ellos mismos.

"Castigadores" son aquellos que aman la justicia; otro tipo de amor que impide al prójimo ir al encuentro del error y de hacerse daño a si mismo y a los demás.

"El Padre castiga a quien más ama".

"La Ley castiga a quien la transgrede".

"Un buen padre castiga al propio hijo para hacerle comprender la diferencia substancial entre el bien y el mal".

"El amigo, el hermano, amonestan primero y repudian después si usan la violencia, la astucia y la mentira traicionando el bien que los une".

Consoladores y castigadores son dos aspectos del amor que anima a los justos, los pacíficos y los puros de corazón.

En ambos casos, emerge imperiosamente la necesidad de amar al prójimo suyo como a si mismo.

Un guía infalible hacia lo incorruptible del espíritu y del cuerpo.

Dos aspectos del amor sublime de Dios que ponen en salvación las almas; ya sea que amen, ya sea que odien.

                                                                                                    29/3/1982
                                                                                                Eugenio Siragusa




 

viernes, 23 de diciembre de 2011

Este es el tiempo en que os acordáis de mi, de mi llegada a vuestro mundo.

Vendrá despues el otro tiempo en el que os olvidaréis de mi, de mi nacimiento, de mi dolor, de mi divina pasión y de toda la celeste verdad.
Me recordaréis durante unas horas, y luego me olvidaréis por todo el resto del tiempo, hasta que llegue otra navidad.

Yo, en verdad os pregunto: ¿Estáis seguros vosotros, hijos de este mundo, que la proxima navidad, podréis recordarme todavía, aún durante las mismas pocas horas,así como me recordaréis en esta?. ¿Habéis,tal vez, olvidado del todo, que Yo puedo venir de un momento a otro, y no como niño, sino adulto, así como me han visto asceder al cielo mis discípulos?. Y no vendré como vine un tiempo, para traeros el amor, porque el amor lo habéis crucificado, pero vendré para traeros una nueva luz: La Justicia. ¡Necios! ¡ Cuán necios sois! ¡Me hacéis tanta fiesta y os revolcáis como anades en la sangre de vuestros hermanos! Me recordáis mientras vuestros pensamientos y vuestras acciones fluctuan en la podredumbre de vuestras obras delictivas!. ¡Me adoráis con las manos juntas y ensuciáis de inmundicias y con un amor que dura tanto como la vida de un suspiro!. Mientras vosotros adornáis con festones vuestras casas y vuestras calles, los cielos de vuestro mundo se adornan de signos que os prenuncian una nueva "navidad", con un nuevo y prodigioso acontecimiento que nadie de vosotros espera: Mi retorno. Los dolores ya se han iniciado, y la milicia celeste está desde hace tiempo a la obra, para que los cielos se desgarren én el día y en la hora que solo el Padre conoce. ¡En ese día y en esa hora, en verdad os digo: Vendrá la verdadera navidad, la fiesta tan esperada desde hace milenios, el juico de una generación, de vuestra generación."

                                                                                                        Eugenio Siragusa



domingo, 18 de diciembre de 2011

¡Qué civilización es esta!

Cuesta decir la verdad, pero se dice!

Sin secretos.

Cuesta decir la verdad, pero se dice!.

Esconder, ocultar la verdad significa engañar, y el engaño es peor que la traición, ha sido dicho y escrito. La verdad es la realidad que libera al hombre de las dudas, de las incertidumbres y principalmente, de los errores. Mientras se corten las alas de la verdad, quedará la oscuridad en la conciencia de los hombres y fácilmente caerán en la sutil red de cualquier instinto especulativo, siendo víctimas de un juego vil y engañoso.

Ha sido dicho y escrito: “No sois vosotros quienes entráis en el Reino de los Cielos, e impedís que otros entren".

La verdad no puede y no debe ser escondida o mantenida en secreto. Yo soy un amigo sin secretos y con el impelente deseo de decir la verdad, en virtud de cuanto fue dicho, escrito y transmitido. "La verdad los hará libres, libres de verdad".


                                                                   
                                                                  El amigo del Hombre: Eugenio Siragusa
                                                                                (Nicolosi, Julio de 1987)


 

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Yo: El Maestro del Amor.

Estoy presente y escucho silencioso vuestras conversaciones cargadas de dudas, y de incertidumbres.

Vosotros aún no podéis verme, sentirme, porque aún no ha venido el tiempo de la visitación, pero es cierto que observo junto a aquellos que están nutridos de la luz vivificante del espíritu santo los gemidos de dolorosa desesperación que atan vuestras almas.

Escucho vuestros numerosos y angustiosos porqués por cuanto os abruma y os atormenta, como si no conocieseis la causa, los móviles que edifican los efectos que atormentan vuestras carnes, que anulan miserablemente la vida, que destruyen la feliz operatividad de aquel que es afable dispensador de todo bien.

Vuestro alejamiento de las enseñanzas que os he dejado os ha vuelto estériles de los supremos bienes espirituales que Cristo así benignamente a través mío, llevó sobre vuestro mundo como prenda de amor del Padre que está en los cielos.

Os habéis vestido de arrogancia y de vergüenzas, suscitando en el templo que está en vosotros una niebla de valores corruptibles, iguales o mayores de aquellos que edificaron los gomorras y los sodomitas por los que fueron destruidos.

Habéis así rechazado el construir vuestros tesoros en el cielo, dejando a la materia el privilegio de poneros en el afán y en la desolación.

Ahora recordaréis mi nacimiento y por un momento os será patente un lejano evento que concluye con mi pasión con la gloria de Cristo sobre la cruz, después, como siempre habéis hecho, volveréis a ser ignorantes de este recuerdo y os zambulliréis en el orgasmo y en el delirio de la corrupción y de las locuras de muerte, pero yo os aseguro que pronto manifestaré como un relámpago en el cielo sereno para anunciaros la siega y la separación del grano de la cizaña. Los beatos de los perversos, los justos de los injustos.

Como os he anunciado en su tiempo, "Vendré sobre las nubes con Poder y Gloria". En aquel día aquellos que han quedado vivos en el mundo por voluntad del Padre Glorioso, los acogeré y los ceñiré con la corona de la vida eterna. Esto os digo por boca de aquel que he dejado para servirme y preparar mi retorno. Esto os digo.







                                                                                                                  1979                                                               

martes, 6 de diciembre de 2011

¡Atentos!

¡Atentos, atentos, hijos e hijas, atentos!

Evitad las prácticas de magia y de todo aquello que os propone la servidumbre de vuestros espíritus al delirante deseo de las fuerzas diabólicas.

No os prestèis a juegos peligrosos y guardaos bien de quienes os los proponen. Los emisarios del mal son numerosísimos y su arte es sutil y, a menudo, convincente.

Ha sido dicho y escrito: "Por sus frutos conoceréis quienes son". Si os invitan al control mental ¡huid! si os proponen prácticas hipnóticas y todo aquello que puede debilitar vuestra identidad espiritual ¡huid! si os aconsejan de llamar a entidades desencarañadas ¡no lo hagáis!.

¡Estad atentos!
El principe de este mundo y sus partidarios, además de las drogas poséen fuerzas maléficas mentales y psíquicas que es dificil controlar.

Decid: ¡No!. Si dijéseis si, os encontraréis como una mosca en la tela de araña.

¡Yo os lo he advertido!

Estad atentos y nutrid el amor de Cristo que está en vosotros. Solo este bien os volverá fuertes e incorrumptibles.

                                                                                                El Consolador
                                                                                  (Nicolosi, 24 de Febrero 1978)