Eugenio Siragusa.

Eugenio Siragusa.
Mensajes transmitidos desde el cielo a la tierra para una apertura de Verdadera Consciencia.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Testimonios de la Tierra Hueca - Almirante Byrd


Un cierto número de "llamados" se han trasladado a la profundidad planetaria, o en astral, o a pie, o con avión o en una astronave. Es como volver a leer, en otra clave, "Viaje al Centro de la Tierra" de J. Verne.
Antes de la última desviación polar, allí donde antes se encontraba el Polo Norte, es decir sobre el Himalaya, la entrada no accedía a Shambhala, sino
 como repetidas veces recordó E. Siragusa, a una maravillosa ciudad que surgía entre los hielos, circundada de bosques frondosos y encantadoras flores perfumadas: ¡ es conocida como Shangri La!. Este lugar que luego se hundió y ahora es secretísimo, esconde en sus archivos toda la historia de la humanidad y está bien custodiado y protegido por guardianes incorruptibles, dispuestos a abrir las puertas a los estudiosos de la próxima generación. El Consejo de los Sabios Tibetanos está en relación con los Maestros de este Lugar y han hecho saber algo que queda, para la mayoría, velado por el asombro y el misterio: existen enormes estancias conteniendo todo aquello que concierne al saber, al arte, a los instrumentos, a las costumbres, a toda semilla de planta, a todo tipo de roca, a toda imagen perteneciente a la laboriosa historia del hombre terrestre. Algunos también cuentan haber ido al interior del Planeta, acompañados por Angeles. El más sublime relato nos viene de la Divina Comedia de Dante Alighieri, en el que describe muy meticulosamente tres continentes, lugares y los seres que los habitan. Acompañado por Virgilio, un Angel particular que tiene todos los accesos permitidos, nos describe sobre todo, los diversos estados de ánimo, de sufrimiento y de alegría, de los seres y de las almas que allí habitan, los infinitos juegos de la tiniebla y de la Luz. La pureza de su precisión está en armonía con cuanto es rebelado en este texto.
Otros, aun siendo acompañados en su viaje astral, nos narran sensaciones más practicas, como las descripciones del interior de palacios de cristal con reflejos de madre perla, jade, incrustados con arabescos en oro, y haber visitado estancias que la más encendida fantasía científica terrestre no puede, ni siquiera imaginar. ¿Qué no es posible a Aquellos que manipulan la Luz?.
Alan Scott Davis ha relatado, en su libro "¿Qué sucederá en el Tercer Milenio?", el encuentro con estos Maestros. Entre otras cosas, en el libro se dice: - "Estas montañas que tú ves, no sólo están recubiertas de hielo, también existen pasadizos subterráneos y bien escondidos, a través de losuales se accede a valles maravillosos donde parece que el invierno no exista. Allí viven seres iluminados que gobiernan y dirigen la existencia planetaria. Sólo quien es llamado por Ellos puede alcanzarlos. Uno de estos le dijo: Hoy hemos llegado a un período especial en el cual hierven los preparativos para abrir la gran puerta de una nueva era que deberá conducir a los hombres a una gran civilización".
Un viaje anímico lo han hecho el matrimonio Anne y Daniel Meurois-Givodan, relatado en el libro "Viaje a Shambhala". Prácticamente hay estancias de control total de cada dinamismo energético, geológico, telúrico, humano terrestre. En la cultura oriental, las estancias del archivo total son llamadas " Templo del Conocimiento", en el que hay miles de libros conteniendo los diseños simbólicos de las mutaciones que han marcado el progreso terrestre y planetario y en el centro de una estancia vacía está el libro del futuro.
Entraron en una estancia con forma de dodecaedro en material de roca sublimada. El interior es como una esfera tridimensional, sobre la cual está representada la Tierra con todas sus estructuras y superficies interna y externa. Los operadores de este "instrumento" de control, tienen bajo observación cada flujo vital terrestre y las intervenciones humanas.
Relatan haber visto sobre la ciudad un gigantesco Diamante que está en sintonía con las líneas de fuerza terrestres, como fuerza motriz.
Luego han visto el Jardín del Sol, lugar de bosques y ciudades de tejados de cristal vivo, todo transfigurado por la Luz y por sonidos armoniosos.
Recuerdo, sobre ello, que las astronaves madre, están provistas de estos instrumentos. Yo mismo, en un viaje astral, he visto instrumentos de control de carácter espacial, comprendiendo la Galaxia, el Sistema Solar, cada Planeta individual. Me han dado, en las manos, un estuche de unos 16 cm. de largo, 10 de ancho y 3 de grueso, que parecía un monitor plano; sobre la cara anterior veía proyecciones estelares, luego lo abrí y en las dos pantallas, a derecha e izquierda, veía los movimientos de nuestro viaje entre los planetas de nuestro Sistema Solar y en el otro podía emplear el zoom para examinar la Tierra desde el espacio (¡y era bellísima!) donde quisiera que me acercase, sin límites. Desgracia-damente, en el momento en que me entusiasmaba al usarlo, he vuelto a la dimensión terrena.
En una teoría suya, los geofísicos Rittmann y Kuhn, considerando la curva de fuerte caída de discontinuidad sísmica, entorno a los 2.900 Km. de profundidad y ciertos cálculos de compresión dinámica, estática y de viscosidad de varios elementos, con relación a diferentes presiones, llegaron a la conclusión de que el núcleo terrestre estuviese compuesto de hidrógeno indefinible y que la aceleración de la gravedad fuese nula en el centro.
Me ha referido, en una entrevista, el académico bioquímico Pantellini Gianfranco, alumno del famoso físico Ettore Majorana, que un día discutió con él sobre la energía a baja temperatura y el prof. Majorana pensaba que el Sol fuese frío, también en la corona. Me puso el ejemplo de cuando se hinchan las ruedas de una bicicleta y la temperatura se calienta hacia el exterior, manteniendo frío el anillo central.
Esto nos hace comprender como el movimiento vertiginoso y la condensación de las masas solares en la formación de los Planetas, produzca energía gravitacional, ciertas temperaturas en la corona externa y vacío en el interior por centrifugación.
Extraordinarios testimonios a esto, fueron dados por algunas de las 39.953 fotos realizadas desde el satélite Essa 7, lanzado por la Nasa, el 23 de noviembre de 1968, mientras sobrevolaba el Polo Norte.

Por encima de cualquier otro testimonio, tangible ya que fue vivido como "Expedición Aérea", es aquel del Almirante R. Byrd, escrito en su diario y explicado en el libro "El Gran Desconocido" de Raymond Bernard.
En efecto, algunos escritores del inicio del siglo, como William Reed y Marshall Gardner, en base a los informes de varios exploradores árticos, describieron la teoría de la Tierra hueca y abierta en los polos.
Muchos testifican que, penetrando en este Nuevo Mundo, la aguja de la brújula comienza a declinarse hacia abajo, la temperatura se vuelve tibia, hay viento fuerte y polvoriento, se encuentran zorros, mariposas, abejas, liebres, pájaros tropicales y otros animales, vegetaciones exuberantes. En base a otros detalles, Gardner habló de un "Sol central". Varias mitologías esquimales, chinas, hindúes, egipcias, hablan de una raza que vive en el interior de la Tierra, un poco como la raza de los Dioses de la Hyperbórea.
En algunos pasajes de la religión esquimal se dice que "...creen en un mundo futuro. El Alma, después de la muerte, desciende bajo tierra y alcanza varias moradas, la primera de las cuales es algo así como el purgatorio. Las almas buenas lo atraviesan y avanzan más hacia el interior, descubriendo moradas cada vez más bellas, hasta alcanzar aquella en donde reina la perfecta felicidad. Allí el Sol no se pone jamás...".
Grigori Rasputín a la pregunta sobre quien le había enseñado y concedido ciertos poderes, contestó haberse encontrado con "hombres verdes provenientes del Norte".
Una frase del Lama Turgut dice: "El palacio del Rey del Mundo está circundado de los palacios de los Gurú que controlan las fuerzas visibles e invisibles de la tierra, de su interior hasta el cielo, y son patrones de vida y de muerte. Si nuestra loca humanidad continuara con sus guerras, estos podrán venir sobre la superficie y transformarla en un desierto. Estos podrían secar los océanos, cambiar los continentes por extensiones de agua y hacer desaparecer las montañas. Estos, a bordo de extraordinarios vehículos, desconocidos por nosotros, viajan a velocidades increíbles a través de los túneles de la tierra".
Todo esto es testimoniado por las actividades del pueblo, de los Grises.
El escritor Ossendowski habla de túneles subterráneos que conectan con el imperio de Agharta, en donde circulan avanzadas astronaves.
Relato un artículo publicado en Francia sobre los misterios de los subterráneos chinos. Dice así: "Un cierto número de antiquísimas leyendas tibetanas, chinas, indias, hablan de la existencia de un fantástico reino subterráneo situado en los confines del Himalaya, en donde reside el 'Rey del Mundo', encargado de guiar la evolución espiritual de la humanidad".
Ahora los satélites americanos encargados de descubrir las riquezas minerales del Planeta, han confirmado la existencia de una inmensa red de galerías subterráneas bajo todo el territorio de China. En 1961, un arqueólogo de la universidad de Pekín había descubierto la entrada de uno de estos subterráneos, bajo el macizo de Omán. La galería que él había podido visitar presentaba unas paredes sorprendentemente lisas y barnizadas, decoradas con frescos. Sobre una de estas se veía una especie de escudo volante cargado de hombres que perseguían, desde lo alto, una manada de bestias salvajes. En 1969 han sido descubierto subterráneos, idénticos, en el ecuador que se remontan por lo menos a 12.000 años, también estos con posibles reproducciones de máquinas extraterrestres. La perplejidad de los arqueólogos es total.

 
                           


                                        Video real de la apertura polar 2012 (Hollow Earth)




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EL ALMIRANTE PILOTO BYRD.

De cualquier modo, los relatos más extraordinarios provienen del almirante piloto Byrd, que con su aéreo entró en el interior de los dos Polos, sobrevolando lagos y ríos cristalinos, tierras frondosísimas en donde pastaban toda clase de animales, comprendidos los mamuts, bajo un sol tibio y dulce. Él lo definió "Aquel continente encantado en el cielo, tierra de perenne m
isterio". Ha sido definida la más grande expedición de la historia humana, pero también la más censurada.


El almirante Byrd

De las notas de su diario de a bordo, de la cuarta expedición polar, extraigo algunas frases que nos han revelado como él había adquirido una conciencia extraordinaria sobre tantas realidades, tanto humanas como planetarias, a través de su "contacto" con aquellas Civilizaciones Superiores.

De la introducción:

"Debo escribir este diario a escondidas y en absoluto secreto. Se refiere a mi vuelo antártico del 19 de febrero del año 1947. Vendrá un tiempo en el que la racionalidad de los hombres deberá disolverse en la nada y entonces se deberá aceptar la inevitabilidad de la Verdad. Yo no tengo la libertad de divulgar la documentación que sigue, quizás nunca verá la luz, pero debo, de cualquier forma, hacer mi deber y relatarla aquí con la esperanza de que un día todos puedan leerla, en un mundo en el que el egoísmo y la avidez de ciertos hombres ya no podrán suprimir la Verdad".

..."Extensiones de hielo y nieve bajo nosotros, vistas coloraciones amarillentas con dibujos lineales. Alterada la ruta para un mejor examen de estas configuraciones coloreadas, también vistas coloraciones violáceas y rosadas".

..."Tanto la brújula magnética como la aguja giroscópica comienzan a girar y a oscilar, no nos es posible mantener nuestra ruta con los instrumentos. Señalamos la dirección con la brújula solar, todo parece aún en orden. Los controles parecen lentos en la respuesta y en el funcionamiento, pero no hay indicación de congelamiento".

..."29 minutos de vuelo transcurridos desde el primer avistamiento de los montes, no se trata de una alucinación. Es una pequeña cadena de montañas que nunca habíamos visto antes".

..."Además de las montañas hay algo que parece ser un valle con un pequeño río o riachuelo que discurre hacía la parte central. ¡No debería haber ningún valle verde aquí abajo!. ¡Hay algo decididamente extraño y anormal aquí! ¡Deberíamos sobrevolar sólo hielo y nieve!. A la izquierda hay grandes bosques en las laderas de los montes. Nuestros instrumentos de navegación todavía giran como enloquecidos".

..."Altero la altitud a 1400 pies y efectúo un giro completo a izquierda para examinar mejor el valle que está debajo. Es verde con musgo e hierba muy tupida. La luz aquí parece diferente. No soy capaz de ver el Sol. Damos otro giro a la izquierda y avistamos algo que parece ser algún tipo de gran animal. ¡Se parece a un elefante! ¡¡¡NO!!!. ¡Parece ser un mamut!. ¡Es increíble! ¡Sin embargo es así!. Descendemos a cota 1000 pies y uso un prismático para examinar mejor al animal. Está confirmado, se trata de un animal semejante al mamut".

…"Encontramos otras colinas verdes. El indicador de la temperatura exterior marca 24º centígrados. Ahora seguimos sobre nuestra ruta. Los instrumentos de abordo, ahora, parecen normales. Quedo perplejo ante sus reacciones. Intento contactar el campo base. La radio no funciona".

…"El paisaje circundante parece nivelado y normal. Delante de nosotros avistamos aquello que parece ser ¡¡¡una ciudad!!!. ¡Es imposible!. El avión parece ligero y extrañamente flotante. ¡Los controles se niegan a responder!. ¡Dios mío!. A nuestra derecha y a nuestra izquierda hay aparatos de extraño tipo. Se aproximan y algo irradia de ellos. Ahora están bastante cerca para ver sus insignias. Es un símbolo extraño. ¿Dónde estamos?. ¿Qué ha sucedido?. Otra vez tiro decididamente de los mandos. ¡¡¡No responden!!!. Estamos atrapados firmemente por una especie de invisible cepo de acero".

..."¡Nuestra radio grazna y llega una voz que habla en ingles con acento que parece decididamente nórdico o alemán!. El mensaje es: - Bienvenido a nuestro territorio, Almirante. Os haremos aterrizar exactamente dentro de siete minutos. Relajaros, Almirante, estáis en buenas manos -. Me doy cuenta de que los motores de nuestro avión están apagados. El aparato está bajo un extraño control y ahora vira sólo".

..."Recibimos otro mensaje radio. Estamos iniciando la maniobra de aterrizaje y en breve el avión vibra ligeramente comenzando a descender como sostenido por un enorme, invisible, ascensor".

..."Algunos hombres se están aproximando, a pie, al avión. Son altos y tienen el pelo rubio. A lo lejos hay una gran ciudad destellante, vibrante con los colores del arco iris. No sé lo que sucederá ahora, pero no veo trazas de armas sobre los que se aproximan. Ahora oigo una voz que me ordena, llamándome por mi nombre, de abrir la puerta. Ejecuto".

Después de estos apuntes, sacados del "diario de abordo", el Almirante anota lo que sucede:

..."De este punto en adelante escribo los acontecimientos que siguen, volviéndolos a llamar a la memoria. Esto asienta la imaginación y parecería una locura sino hubiese acaecido verdaderamente. El técnico y yo fuimos sacados del avión y acogidos cordialmente. Luego fuimos embarcados sobre un pequeño medio de transporte semejante a una plataforma pero sin ruedas. Nos condujo hacia la ciudad destellante con extrema celeridad. Mientras nos aproximábamos, la ciudad parecía hecha de cristal. Alcanzamos en poco tiempo un gran edificio, de un estilo que nunca, antes, había visto. ¡Parecía haber salido de los diseños de Frank Lloyd Wright, o quizás más precisamente de una escena de Buck Regers!.
Nos ofrecieron un tipo de bebida caliente de algo que nunca había saboreado. Era deliciosa. Después de unos 10 minutos, dos de nuestros sorprendentes anfitriones vinieron a nuestro alojamiento, invitándome a seguirlos. No tenía otra elección que obedecer. Deje a mi técnico-radio y caminamos un poco hasta entrar en aquello que parecía ser un ascensor. Descendimos durante unos instantes, el ascensor se paró y la puerta se deslizó hacia arriba silenciosamente. Proseguimos luego por un largo corredor iluminado por una luz rosa que parecía emanar de las mismas paredes. Uno de los seres hizo señal de pararnos ante una gran puerta. Encima de esta había una inscripción que yo no estaba en grado de leer. La gran puerta se deslizó sin ruido y fui invitado a entrar. Uno de los anfitriones dijo: - No tenga miedo, Almirante, vais a tener un coloquio con el Maestro. - Entré y mis ojos se adecuaron lentamente a la maravillosa coloración que parecía llenar completamente la estancia. Entonces comencé a ver aquello que me rodeaba. Aquello que se mostró a mis ojos era la vista más sorprendente de toda mi vida. En efecto, era demasiado magnifica para poder ser descrita. Era deliciosa. No creo que existan términos humanos capaces de describirla, en cada detalle, con justicia. Mis pensamientos fueron interrumpidos dulcemente por una voz cálida y melodiosa: "Le doy la bienvenida a nuestro territorio, Almirante". Vi un hombre de facciones delicadas y con las señales de la edad sobre su rostro. Estaba sentado en una mesa grande. Me invitó a sentarme en una de las sillas. Después de sentarme, unió la punta de sus dedos y sonrió. Habló de nuevo dulcemente y dijo cuanto sigue: - Lo hemos dejado entrar aquí porque usted es de carácter noble y bien conocido en el mundo de superficie, Almirante-. ¡Mundo de superficie! ¡Casi quede sin aliento!.
"Si - recalcó el Maestro con una sonrisa - Usted se encuentra en el territorio de los Arianos, el Mundo sumergido de la Tierra. No retardaremos mucho su misión y seréis acompañados de vuelta sobre la superficie y además sin peligro. Pero ahora, Almirante, le diré el motivo de su convocación aquí. Nuestro interés comenzó exactamente inmediatamente después de la explosión de la primera bomba atómica por parte de vuestra raza sobre Hiroshima y Nagashaki, en Japón. Fue en aquel momento inquietante cuando expedimos sobre vuestro mundo de superficie nuestros medios voladores.
Los Flugelrads, para investigar sobre aquello que vuestra raza había hecho. Esta es, obviamente, historia pasada, Almirante, pero permítame seguir. Vea, nosotros nunca, antes de ahora, habíamos interferido en las guerras y en la barbarie de vuestra raza, pero ahora debemos hacerlo en cuanto vosotros habéis aprendido a manipular un tipo de energía, la atómica, que no es, de hecho, para el hombre. Nuestros emisarios ya han entregado mensajes a las potencias de vuestro mundo y sin embargo estas no los atienden. Ahora usted ha sido elegido para ser testigo de que nuestro mundo existe. Vea, nuestra cultura y nuestra ciencia están miles de años por delante de las vuestras, Almirante". Lo interrumpí: "¡Pero todo esto que tiene que ver conmigo, Señor!". Los ojos del Maestro parecían penetrar de forma profunda en mi mente y después de haberme estudiado un momento, contestó: "Vuestra raza ha alcanzado el punto de no retorno, porque hay algunos, entre vosotros, que destruirían todo vuestro mundo antes que renunciar al poder, así como lo conocen…".
Asentí y el Maestro continuó: "Desde 1945 en adelante, hemos intentado entrar en contacto con vuestra raza pero nuestros esfuerzos han sido acogidos con hostilidad: se hizo fuego contra nuestro Flugelrads. Si, hasta fueron seguidos con maldad y animosidad por vuestros aviones de combate. Así ahora, hijo mío, le digo que hay una gran tempestad en el horizonte, para vuestro mundo, una furia negra que no se extinguirá durante varios años. No habrá defensa con vuestras armas, no habrá seguridad en vuestra ciencia. Asolará hasta que cada flor de vuestra cultura haya sido pisoteada y todas las cosas humanas sean dispersadas en el caos. La reciente guerra ha sido solamente un preludio a cuanto todavía debe advenir a vuestra raza. Nosotros, aquí, podemos verlo más claramente a cada hora... ¿Cree que me equivoco?." "No - contesté - ya ha sucedido una vez en el pasado; llegaron los años oscuros y duraron 500 años". "¡Si, hijo mío - replicó el Maestro - los años oscuros que llegarán ahora para vuestra raza, cubrirán la Tierra con un paño mortuorio, pero creo que alguno, entre vosotros, sobrevivirá a la tempestad, más que esto no sé!. Nosotros vemos en un futuro lejano emerger de nuevo, de las ruinas de vuestra raza, un mundo nuevo en busca de sus legendarios tesoros perdidos y estos estarán aquí, hijo mío, al seguro en nuestro poder. Cuando llegará el momento apareceremos para ayudar a vivir vuestra cultura y vuestra raza.
Quizás, para entonces, habréis aprendido la futilidad de la guerra y de su lucha... y después de aquel momento una parte de vuestra cultura y ciencia os serán restituidas para que vuestra raza pueda recomenzar. Usted, hijo mío, debe volver al Mundo de Superficie con este mensaje…".
Con estas palabras decisivas, nuestro encuentro parecía llegar a término. Por un momento me pareció vivir un sueño... y, sin embargo sabía que aquella era la realidad y por alguna extraña razón me incline levemente, no sé si por respeto o humildad. De improviso me di cuenta de que los dos fantásticos anfitriones, que me habían conducido aquí, estaban de nuevo a mi lado. "Por aquí, Almirante", me indicó uno de Ellos. Me giré una vez más antes de salir y miré al Maestro. Una dulce sonrisa estaba impresa en su anciano y delicado rostro. "Adiós, hijo mío", me dijo e hizo un gesto suave con su grácil mano, un gesto de paz y nuestro encuentro llegó definitivamente a su fin. Salimos rápidamente de la estancia del Maestro por la gran puerta y entramos otra vez en el ascensor. La puerta descendió silenciosamente y nos movimos inmediatamente hacía lo alto.
Uno de mis anfitriones habló de nuevo: "Ahora debemos apresurarnos, Almirante, en cuanto el Maestro no desea retardar más vuestro programa previsto y debéis volver a vuestra raza con su mensaje". No dije nada, todo esto era casi inconcebible y, una vez más mis pensamientos se interrumpieron apenas nos paramos. Entré en la estancia y estuve de nuevo con mi tecnico-radio. Tenía una expresión ansiosa sobre su rostro. Acercándome dije: "Todo esta bien, Howie, todo esta bien". Los dos seres nos señalaron el medio en espera, salimos y pronto alcanzamos nuestro avión. Los motores estaban al mínimo y nos embarcamos inmediatamente. La atmósfera, ahora, estaba cargada de un cierto aire de urgencia. Cuando la puerta estuvo cerrada, el avión fue inmediatamente transportado a lo alto por aquella fuerza invisible hasta que alcanzamos los 2.700 pies. Dos de los medios aéreos estaban a nuestros flancos, a una cierta distancia, haciéndonos planear a lo largo de la vía del retorno. Debo remarcar que el indicador de velocidad no indicaba nada, sin embargo nos estábamos moviendo muy rápidamente.

...Recibimos un mensaje radio: "Ahora os dejamos, Almirante, vuestros controles están libres. ¡¡¡Wiedersehen!!! Miramos por un instante los Flugelrads, hasta que desaparecieron en el cielo azul pálido. El avión pareció, de improviso, capturado, por una corriente ascensional. Tomamos inmediatamente el control. No hablamos durante un rato, cada uno de nosotros estaba inmerso en sus propios pensamientos.

...Sobrevolamos nuevamente extensiones de cielo y nieve, a unos 27 minutos del campo base. Enviamos un mensaje radio, nos contestan. Tenemos condiciones normales... normales. Del campo base expresan alivio por haber establecido nuevamente el contacto.

...Aterrizamos suavemente en el campo base. Tengo una misión que cumplir.

...11 de marzo de 1947. He tenido, apenas, un encuentro de Estado Mayor en el Pentágono. He relatado enteramente mi descubrimiento y el mensaje del Maestro. Todo ha sido debidamente registrado. El Presidente ha sido puesto al corriente. Me retienen algunas horas (exactamente 6 horas y 39 minutos). Soy cuidadosamente interrogado por las Top Security Forces y por un equipo médico. ¡¡¡Es un tormento!!!. Me ponen bajo estrecho control de los medios de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de América. Me recuerdan que soy un militar y que, por consiguiente, debo obedecer las ordenes.

...Última anotación: 30 de diciembre de 1956. Estos últimos años, transcurridos desde el 1947 hasta hoy, no han sido buenos... He aquí, pués, mi última anotación en este singular diario. Concluyendo, debo afirmar que, debidamente, he mantenido secreto este argumento, como se me ordenó, durante todos estos años. He hecho esto contra todo principio mío de integridad moral. Ahora siento aproximarse la gran noche y este secreto no morirá conmigo, sino, como toda verdad, triunfará. Esta es la única esperanza para el género humano. ¡He visto la verdad y esta ha revigorizado mi espíritu donándome la libertad!. He hecho mi deber con relación al monstruoso complejo industrial militar. Ahora la larga noche comienza a aproximarse, pero habrá un epílogo. Como la larga noche del Antártico termina, así el sol brillante de la verdad surgirá de nuevo y aquellos que pertenecen a las tinieblas perecerán a su luz...
Porque yo he visto "aquella Tierra más allá del Polo, aquel Centro del Gran Ignoto".

"El Dorado Resurgirá"



Almirante Byrd