Woodok, comandante de la Astronave Cristall-Bell, Maclero, comandante de la Astronave Olimpia, comunican:

A menudo dirigís a nuestros operador la siguiente pregunta: "Por qué estos extraterrestres no intervienen para resolver nuestros ansiosos problemas?."

Nosotros os preguntamos: Según vosotros, terrestres, como deberíamos intervenir? Imponiéndoos aceptar nuestros valores científicos, sociales, morales y religiosos?.
En verdad, decidnos: Cuales serian vuestras reacciones si lo hiciésemos, violentando así vuestra libertad, vuestro libre albedrío?.
Haciéndolo, querríamos saber si nos creeríais mejor o peores que vosotros, habituados como estáis a coaccionar, violentar, imponer por fines egoístas y por blasfemos intereses políticos y religiosos. ¡Lo quisiéramos saber verdaderamente!.

Pensamos que poseéis la suficiente inteligencia apta en haceros comprender que la imposición es deletérea y para nosotros inconcebible.
Nosotros lo repetimos aun una vez, no estamos disponibles para hacer consejos y metodologías capaces de haceros seriamente razonar, meditar y deducir. La determinación debe brotar de vosotros, de vuestro buen sentido sabiamente corroborado con el fin de edificar las causas aptas para desarrollar efectos positivos, constructivos y benéficos, capaces de solucionar los problemas que atormentan a todo genero humano y a su "Hábitat".
Esto lo podéis hacer solo si lo queréis.

Nuestro deber principal no es el de sustituiros a vosotros, sino el de vigilar atentamente y escrupulosamente la actual involución perniciosa que habéis ampliado poco a poco después de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki. Desde entonces, vuestra peligrosidad se ha acentuado rápidamente poniendo en serio peligro, no solo la estabilidad de vuestro planeta, sino también vuestras existencias.

Ya os hemos dicho que no tenemos la intención de permanecer pasivos en la funesta hipótesis de un conflicto nuclear sobre vuestro planeta. Teniendo pleno conocimiento de que ello conllevaría una seria distonía de los flujos y reflujos dinámicos que gobiernan los equilibrios cosmofísicos del vuestro sistema solar y de otros que forman parte de la galaxia a la que vuestro planeta pertenece.

Por el momento nos limitamos a la observación  manifestándonos, también clarisimamente, que existimos en vuestra dimensión, que estamos en medio de vosotros, que surcamos vuestros cielos y que nuestras bases son eficientes e invulnerables, ya sea en la tierra que sobre otros planetas de vuestro sistema solar, no excluyendo el satélite "Luna".

Debemos repetiros todavía una vez que nuestra ciencia y nuestra técnica son para vosotros inimaginables, así como es impensable nuestra evolución sobre el plano espiritual, moral y social.
Nos urge finalmente deciros que por un legitimo derecho universal de tutelar la natural evolución de miles y miles de millones de seres vivientes en otros planetas, no dudaremos ni un solo instante para inmediata intervención en caso de un conflicto nuclear sobre vuestro planeta.

Esto queríamos deciros y os auguramos que sea la paz quien prevalezca sobre la guerra, el amor sobre el odio y el bien sobre el mal.

WOODOK, COMANDANTE DE LA ASTRONAVE CRISTAL-BELL
MACLERO, COMANDANTE DE LA ASTRONAVE OLIMPIA

NICOLOSI, 18 FEBRERO 1984-. EUGENIO SIRAGUSA

Pintura de Vito Vitulli