Solo cuando se conoce la verdad se es libre de todo temor.

Vosotros terrestres os obstináis en no querer conocerla, porque no es cómoda, porque no podría consentiros más, de hacer lo que hacéis, de actuar como actuáis, de vivir como vivis.

La verdad os haría libres, buenos, honestos, conscientes, generosos, altruistas, amorosos los unos con los otros, fraternos y laborioso en producir el bien y solamente el bien y solamente el bien. Pero todo esto no lo queréis y odiáis la verdad.

Decis amar a Dios, pero no aceptáis sus leyes, porque son leyes de verdad. Rogáis y al mismo tiempo mentís; pedís, pero no dáis nada a quien concede. Para vosotros, el odio es más fuerte que el amor y el mal más fuerte que el bien. No queréis ser libres, preferís no serlo, porque no queréis ser hermanos, sino enemigos; no queréis practicar el bien, sino el mal; no queréis amaros, sino odiaros.

Y los temores os atenazan, cada vez más, el dolor os azota y la desesperación os postra hasta la extrema exasperación.

Tratad de conocer la verdad, porque solamente ella os podrá liberar de toda molestia y de todo temor.

Paz.

                                                                                                   Adoniesis
                                                                                 (Valvedere, 20 de Enero de 1976)

 

¡Sed solícitos!

Sembrad en el corazón de los hombres. Haced fecundar la luz de la verdad del tiempo de todos los tiempos.

Sed solícitos. En el regazo de este tiempo yace el grande, glorioso advenimiento tan esperado y deseado por los sufrientes, por los afligidos, por los perseguidos de la justicia, del odio, del desamor.

Sed solícitos, hermanos y hermanas que vivis en el mundo por el Santo Deseo de Aquel que Es. Sed solícitos. Perseverad y no prestéis atención a los que quieren retardar el "renovamiento"; la luz de los cielos rodea vuestros espíritus de fuerza y de valor, de gran esperanza y de divino amor.

Nuestra presencia es constante y la suprema voluntad del espíritu creativo está en nosotros, para que sea demolido lo viejo y edificado lo nuevo, para alegría de todos los que han creido y esperad en las promesas hechas por El Ungido de Dios.

Sed solícitos. Todo esta listo.
Sembrad para hacer germinar, por amor de Aquel que Es y os ama.

Paz.

                                                                                                        Adoniesis
                                                                                             (26 de Febrero de 1976)

El comercio de la sapiencia de Dios y del Amor de Cristo.

Son muchos los especuladores de la sapiencia que Dios dispensa para iluminar los espíritus y volverlos fecundos y conscientes de su divina naturaleza viviente, y hay muchísimos los que truecan el celeste amor de Cristo y lo hacen objeto de dar y tener como un comercio. Venden y compran la verdad y no saben el mal que hacen, la turbación que provocan hacia los espíritus anhelantes de puro desinteresado y altruístico amor. Bienaventurados los que han comprendido e imitado el amor de aquel que todo lo dio sin pedir nada a cambio. Bienaventurados. A estos dirigimos todo nuestro amor, invitándolos a no disgustarse por la necedad de quien predica bien y escarba mal. Tened paz en vuestros corazones y alegría en vuestros espíritus. El dedo de Dios apunta a los que no observan su santa voluntad.

Estos creen que todo pasa inobservado, que todos sus actos quedan en el olvido del tiempo. ¡Tontos e inconscientes! ¿Para qué creen que estamos en el mundo? Si conocieran verdaderamente el por qué, perecerían de terror.

A ti hermano en misión, te recordamos seguir en sintonía para ulteriores comunicaciones. Tu amor altruístico ha consternado a los mercaderes de la divina sapiencia, a los especuladores de nuestra fraternal y universal misión del despertar en la hora mas oscura de esta perversa generación.

Sea para ti hermano, motivo de reconfortamiento este discurso nuestro y acepta nuestra luz de paz y de amor.

                                                                                                          Adoniesis

                                                                                              Ancon, 7 de Enero 1976

Hoara habla.

Esto es lo que digo, pronto será confirmado por vuestra ciencia vuestros televisores en color trastornan seriamente las estructuras de las neuronas de vuestros cerebros.

Tened cuidado y tomad las precauciones necesarias.

Los flujos fotónicos desarrollados por el sistema tecnológico practicado actualmente son deletéreos, sobre todo para los niños y para los ancianos.

Vosotros deberíais utilizar un casco protector adecuado, cada vez que os instaláis ante el televisor en color.

Algunos sabios terrestres ya lo saben, pero no están decididos a acometer una seria investigación en este sentido, por temor a las reacciones contrarias de las fuerzas economicas e industriales que se interesan a la producción y a la disusión de televisores en color.

Yo soy Hoara, sabio de la IV dimensión, operando sobre vuestro planeta y colaborador de Woodok, comandante del navío "Cristalbell", en misión sobre el continente europeo.

Esto que os he dicho cae dentro de mis competencias científicas.

Nuestro operador solo es un emisario, un traductor y un difusor del conocimiento y de la consciencia suprema de la evolución sobre los planos cósmicos.

Yo os lo repito: Esto que yo, Hoara, os he dicho, pronto será confirmado por vuestros sabios más conocidos.

Paz desde la Cristal-Bell.

                                                                                         Hoara a Eugenio Siragusa
                                                                                  (Nicolosi, 17 de Febrero de 1978)

Discutimos:

¿Qué queréis salvar si continuáis destruyendo?

¿Creéis que los discursos, las palabras - que en eso quedan -, pueden salvaros?.

Vuestro planeta es generoso y autosuficiente, sois vosotros, queridos amigos terrestres, quienes debilitáis su capacidad, el celo de su productividad.

Disfrutáis mal y desordenadamente de los valores portadores de su equilibrio y del devenir de su evolución cósmica.

Os hemos dicho muchas veces que lo superfluo es deletereo a lo necesario y también os hemos hecho ver que las exigencias prácticas y funcionales para satisfacer un valor existencial cómodo y feliz, no hay que buscarlas en las multiples formas de las cuales vosotros, amigos queridos, estáis viciados hasta el punto de acelerar, cada vez más, una progresiva insatisfacción.

Es necesario ser prácticos, pero vosotros, queridos amigos terrestres, preferis no serlo, porque cuanto más tenéis, más queréis; quereis la misma cosa en una miriada de formas, con apariencia diversa, un poco mas corta, un poco mas larga y asi adelante.

¿Qué queréis salvar si no conseguis coordinar lo que debe ser salvado y curado para que podáis sobrevivir?.

Paz.

                                                                                               Woodok
                                                                                       Desde la Cristal-Bell
                                                                              (Nicolosi, 27 de Enero de 1977)

Si sois fuertes en la paz.

Si sois fuertes en la paz, debilitaréis el deseo de la guerra. Ser fuertes en la paz, no quiere decir poseer la potencia bélica, sino fortificarse en este inmenso bien, hasta el punto de que no pueda ser nunca irreversile. Solo entonces, cuando poseáis, plena y conscientemente la paz, derrotaréis a la guerra y curaréis de un mal que solo procura sufrimiento y muerte.

La paz debe ser corroborada y gobernada por la justicia, porque es verdad que sin justicia, la paz no podrá ser fuerte, para dar sus frutos.

La paz es hija de la justicia, y las dos generan el amor y la fraternidad entre los hombres, sin estos valores, el infierno no cesará de existir y los males se volverán cada vez más crueles.

Paz.

                                                                                                Woodok
                                                                                       Desde la Cristal-Bell
                                                                               (Nicolosi, 21 de Enero de 1977)

Enseñad y aprended sin estrepito de palabras.

Enseñad y aprended sin estrepito de palabras, sin confusión de opiniones, sin ostentación de honores, sin polemicas de argumentos.

Yo os concedo cuanto me ha sido dado, para que podáis darlo a los otro, a los que están sedientos y desean, con humildad, fé y sinceridad apagar la sed e impregnar sus espíritus de verdad, de luz, de paz y de alegría.

En vuestras palabras esté el espíritu iluminante; esté la suavidad del verbo divino; esté el perfume del amor y de la dulzura del bien fraterno.

Tened la lengua de dos tallos, para que podáis hablar con dos lenguajes; el del amor y el de la justicia. Serviros de cuanto os ha concedido el Padre y consolaros porque, es verdad que no hay cosa más grande ni honor más ambicinado que lo que Él, Supremo Omnipotente, os ha concedido.

Sed humildes y puros de corazón y que vuestros espíritus siempre sean fortificados de fé y fecundos de bien para todos los que de este alimento tienen necesidad.

Sed tolerantes, pero no seais débiles, sed ordenados dentro y fuera y alimentad el equilibrio en vuestros actos y vuestros pensamientos.

Estad en paz y en alegría.

                                                                                                El Consolador
                                                                                   (Nicolosi, 20 de Enero de 1977)