¿Que es el Sol, sino una glandula planetaria que segrega las condiciones necesarias para que la humanidad pueda nacer, crecer y actuar?. La Fuerza Creadora del Espíritu Primero, que los terrestres llamaron Dios, se encuentra, ante todo, en el Sol que los hombres aprecian por sus tesoros de luz y de calor.
Dios, entonces, es esta inteligencia vital que los ojos de los hombres no perciben, pero que compenetra cada célula e inunda de armonía y equilibrio. Armonía y equilibrio son los testimonios de la vida. La vida es el testimonio del amor creador. Los hombres que se manifiestan por miles de millones en el átomo tierra, son la resultante de esta emisión divina. Pero cuando en estos miles de millones de hombres laten otros tantos miles de millones de corazones, queriendo alimentarse de odio que mancha y ensucia la pureza de la Idea Creadora Divina, las manchas que el hombre ve en el Sol son por consecuencia, un vacio de amor que vuelve sobre la tierra, por la Ley de Causa y Efecto.
Entonces, ya que todo efecto crea otra causa, los hombres multiplicaron sus propios bullicios, y su vida se volverá una loca balada alrededor de los ídolos del odio y de la negatividad, ídolos que, siempre por la Ley de Causa y Efecto, los hombres ofrecerán en holocausto final en honor de los cuales el género humano se inmolará.
El tiempo vendrá en que los hombres conocerán la profecía del Apocalipsis de Juan: "El Sol se volverá negro como un saco de crin". Esto significa, que llegará un día en que, a causa del inmenso odio que los hombres albergan en sus corazones, el Sol, esta glandula del amor creador de la Inteligencia Primera, se cubrirá de una inmensa mancha, engendrada por esta emisión de odio de toda la humanidad.
Sucedera entonces que el Sol, no podrá más segregar armonía y equilibrio que consuelan a los hombres y los vuelven cuerdos. Del Sol no les llegará mas la vida, sino la desarmonía y el equilibrio de los que ellos habrán sido la causa.
Es así que por la Ley fatal e inflexible de Causa y Efecto, la vida sobre la Tierra se apagará, semejante a una bombilla que ya no es alimentada por el generador de corriente.
"Porque habrá entonces una tribulación tan grande como no la hubo desde el principio del mundo hasta el presente, ni la volverá a haber." (Mateo, 24-21)
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