Escucha a tu corazón.
Escucha a tu alma y hazla quedar intácta, si no lo haces, serás victima de las turbulencia psíquicas, y todas las cosas las sentirás en contra.
Sabed que causa sacrificios quitarse el hábito viejo y ponerse el nuevo.
Las pruebas son aquellas que sacuden los riñones y el corazón.
Es necesario saber ser libres y no tener nada a poseér.
Si empobreces tu corazón y condicionas tu espíritu, ya eres prisionero de las cosas muertas.
Cuando ansies no tener nada, entonces lo tandrás todo sin ningún peso egoista.
Cuando la voz que te prueba te dice al oído lo que podría quitarte la paz y volverte triste, no la escuches, o si la escuchas, sigue firme en tu libertad incondicional.
Piensa que no te posees ni a ti mismo.
Piensa ser pobre y serás rico.
Piensa en ser lo que quieres ser para dar y si Dios lo quiere, para recibir.
No te rebeles a las pruebas que sirven para empujarte mas allá de las cosas que mutan con la muerte.
Eugenio Siragusa
(Ginebra 24 de Febrero 1977)
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